Las creencias Matemáticas son una de las componentes del conocimiento subjetivo implícito del individuo sobre las Matemáticas y su enseñanza y aprendizaje. Este conocimiento está basado en la experiencia. Las creencias del estudiante se categorizan en términos del objeto de creencia: creencias acerca de las Matemáticas; acerca de uno mismo; acerca de la enseñanza de las Matemáticas; y creencias acerca del contexto en el cual la educación matemática acontece.
Las emociones son estados afectivos intensos, pero de corta duración. Desde esta perspectiva, son respuestas organizadas más allá de la frontera de los sistemas psicológicos, incluyendo lo fisiológico, cognitivo, motivacional y el sistema experiencial. Surgen en respuesta a un suceso, interno o externo, que tiene una carga de significado positiva o negativa para el individuo.
Pese a la juventud del papel de los afectos en Matemáticas, contamos con un número importante de investigaciones sobre el tema. Algunas han hecho referencia a su significado en el contexto general de las Matemáticas, aunque son más numerosas aquellas que se han dedicado al análisis de aspectos más concretos, como la relación entre actitudes y sexo, la incidencia de la familia como determinante de actitudes Matemáticas o el papel del profesor y sus métodos en las emociones de sus alumnos.
«Hay dos maneras de mirar a un grupo de clase en la escuela. Una es mirar un grupo de cabezas y la otra es mirar un grupo de corazones».
A. S. Neill
Si alguien se entretiene en buscar en el diccionario de la lengua palabras como afecto, emoción, sentimientos y otros términos similares, no tardará en sentir la sofocante sensación de estar atrapado en un laberinto cuyos pasadizos se comunican entre sí sin conducir a ninguna parte.
(Moreno, 1998; p.15)
Galileo decía que las matemáticas eran el lenguaje con el que Dios había escrito el Universo. Con esta reflexión, el astrónomo italiano ilustraba cómo las matemáticas están presentes en todo lo que nos rodea. Pese a ello, existe entre muchos ciudadanos una aversión hacia este materia, que muchos alumnos encuentran aburrida o muy difícil.
Los expertos en educación coinciden en subrayar que son una asignatura básica para el desarrollo intelectual, pues ayudan a los niños a razonar de forma lógica y ordenada y a preparar su mente para la crítica y la abstracción. En resumen, les enseña a pensar. Pese a su importancia, los alumnos españoles no salen bien parados en estudios internacionales como Pisa y Pirls-Timss, que miden las competencias tanto en esta materia como en lectura y ciencias. Las matemáticas también son una pesadilla para algunos aspirantes a convertirse en profesor, como muestra el pequeño porcentaje de candidatos que resolvió correctamente las cuestiones matemáticas planteadas en el último examen para opositar a maestro en Madrid.
¿Reflejan estos informes la realidad de las aulas españolas? ¿Por qué tantos alumnos perciben las matemáticas como aburridas y difíciles? Desde España a Singapur, una generación de entusiastas profesores se ha empeñado en acabar con la mala fama de esta asignatura. Aseguran que la clave para triunfar es aprenderlas bien desde el inicio. Para lograrlo hay que aprovechar desde los paseos por el parque hasta las tabletas y otros dispositivos electrónicos que permiten acceder a entretenidas clases y ofrecen material de refuerzo para trabajar en casa. Eso sí, todos coinciden en que el esfuerzo y la constancia son imprescindibles.